sábado, 5 de septiembre de 2015
Si vis pacem: La hostia
Si vis pacem: La hostia: La hostia que hemos recibido en la conciencia estos días nos ha dejado tiritando. Niños muertos sobre la arena. Alambradas. Deses...
domingo, 30 de agosto de 2015
VUELTA CICLISTA: “Españolismo” en el deporte.
Perico Delgado, el “intelectual” de TV para contarnos la “historia” de Andalucía.
No creo que a estas alturas a nadie le
queda duda de la utilización política del deporte. Desde que Hítler
utilizara los Juegos Olímpicos para mostrar al mundo las “bondades”
y fuerza de su Régimen, todos los Estados de una u otra forma han
utilizado el deporte para favorecer sus intereses, especialmente para
crear un sentimiento de “nación” en el caso de muchos Estados
que se han formado por la conquista o expansión de unos pueblos
sobre otros.
Este es el caso del Estado español,
donde hasta hace muy poco hemos padecido un empacho de fútbol y de
manifestaciones multitudinarias de “nacionalistas deportivos”
cantando el “soy español, español, español...” tras
presentarnos los triunfos de la selección española como una muestra
de la fortaleza de la “marca España” y con el protagonismo de
los políticos “españoles” de unos partidos y de otros, buscando
la foto con los protagonistas para rentabilizar los éxitos
deportivos.
Pero la mayor rentabilidad obtenida no
es la ventaja política del partido del gobierno respecto a sus
adversarios, sino la ventaja ideológica que se pretende obtener al
inculcar en la mayoría de la población un sentimiento de
pertenencia a una “nación” victoriosa, a través de la infinita
propagación de unos símbolos y de una idea de “unidad”
difundida por unos medios de comunicación que de forma incansable
emiten las imágenes de los éxitos deportivos y de los símbolos del
Estado.
Pero no es solo el fútbol donde el
“españolismo” deportivo difunde la ideología que lo alimenta;
la “Vuelta Ciclista a España” es otro de los eventos deportivos
donde esta ideología se muestra en toda su esencia, reafirmando al
Estado que la financia y organiza, al carácter centralista del mismo
y la “unidad de mercado capitalista” que conforma un sistema de
dominio político y de control social que asegura los intereses de
las clases dominantes.
Y como muestra vale un botón, según
dicen, me remito a la retransmisión que TV española hizo ayer de la
etapa de la Vuelta Ciclista que transcurría por las Alpujarras,
comarca situada entre las actuales provincias de Granada y Almería,
a su paso por Orgiva.
Los comentarios de la retransmisión en
directo de las etapas, las realiza un periodista deportivo de dicha
cadena de TV y un ex-ciclista de fama muy conocido por los
aficionados a este deporte, Perico Delgado, un señor que ha ganado
fama y dinero con sus piernas, dando pedaladas encima de una
bicicleta, pero que no se ha caracterizado nunca por su bagaje
cultural ni por su capacidad intelectual, probablemente debido a la
ingesta de sustancias para acometer las gestas deportivas por las que
se le conoce, las cuales fortalecen las piernas pero debilitan el
cerebro.
Al grano. Al paso del pelotón ciclista
por Orgiva, el Sr. Delgado, tirando de guión, suponemos, le cuenta a
los telespectadores de forma un tanto breve y a modo de anécdota la
historia de la Alpujarra, haciendo especial hincapié, en la
toponimia de poblaciones alpujarreñas como Pampaneira y Capileira,
que por el nombre, al Sr. Delgado le sonaban a gallego.
Tirando de los tópicos que el
“españolismo” difunde desde hace siglos, nos cuenta que los
nombres de Pampaneira y de Capileira se deben a que tras la
“Reconquista” de Andalucía por los Reyes Católicos, las
Alpujarras fueron repobladas por gallegos.
No se si el Sr. Delgado habrá visitado
las Alpujarras o si conocerá su historia y costumbres; si así
fuera, se habrá dado cuenta de que no hay similitud alguna entre las
formas culturales alpujarreñas y las gallegas, de que la gastronomía
es completamente diferente, que los sistemas de cultivo y de riego
difieren, que el folclore nada tiene que ver, que los tipos de
construcción ni se parecen; y si además de observar con un mínimo de
atención, se hubiera molestado en leer un poco sobre la historia de
las Alpujarras y no a repetir lo que otro le ha escrito en un
estúpido guión, sabría que los nombres de Capileira y Pampaneira
no los pusieron gallegos llegados tras la “Reconquista”, puesto
que son nombres prerrománicos, posiblemente de origen
ibero-bereber, tras las migraciones de estos pueblos desde el norte
de África hace miles de años.
Pero posiblemente esto no le importe al
Sr. Delgado, porque a él le pagan precisamente para eso, para
“españolear”, para jugar el papel de “asimilador”,
consistente en divulgar los Mitos que justifican la construcción
artificial de una nacionalidad española.
Utilizar el término “Reconquista”,
es utilizar un concepto político que pretende justificar el
genocidio sobre el pueblo andaluz ejecutado por Castilla y sus
aliados europeos y católicos, sobre la base de Mitos sin rigor
histórico alguno; sobre la pretendida idea de una posesión anterior
de una España Católica cuya construcción sobrepasa el inicio de
los tiempos.
Aquí se repite la construcción
colonial de la historia dando por sentado que cualquier parecido
entre las naciones del Norte y el Sur es por la influencia ejercida
por el Norte en el Sur, no reconociendo en la nación colonizada
ningún atisbo civilizatorio, borrando su historia y su cultura para
justificar la colonización con el pretexto de llevar la
civilización. Las cruzadas se hicieron para llevar a los infieles la
religión verdadera y salvarlos del infierno, la colonización
africana y asiática del Siglo XX se hizo bajo el concepto de
“Protectorado” con el objetivo de llevar a los colonizados la
civilización, y las nuevas agresiones en el S.XXI se hacen bajo la
excusa de la “Democracia” y los “Derechos Humanos”.
En el caso de la coincidencia
toponímica alpujarreña y gallega, lo correcto sería pensar en
migraciones de poblaciones ibero-bereber desde el Sur hacia el Norte
provocadas por el empuje de nuevas colonizaciones procedentes de
África o por otras circunstancias. La antigüedad de unas
poblaciones y otras así como la formación de la lengua gallega nos
hace pensar en esta posibilidad.
Pero estas consideraciones históricas
y antropológicas poco importan a la hora de hablar sobre unos
pueblos andaluces que merecen respeto por su historia y cultura,
porque lo único que importa es difundir los Mitos que justifican la
existencia de una nación “española” a una masa de teleadictos
embrutecidos por el consumo de espectáculos deportivos, que consumen
información sin pensar en su veracidad y sin preocuparse por la
misma.
La utilización política de figuras
del deporte se ha convertido en algo habitual. Desgraciadamente
tienen más influencia en la población que cualquier intelectual,
científico o divulgador cultural. Y el sistema lo sabe y les pone al
frente del nuevo oráculo: la TV.
Alí Manzano.
lunes, 17 de agosto de 2015
sábado, 15 de agosto de 2015
EN EL 79º ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE BLAS INFANTE: - 2015
Este 10 de agosto conmemoramos el 79º aniversario del asesinato de Blas
Infante a manos del españolismo fascista. Al Padre de la Patria Andaluza
lo mataron por su coherencia nacionalista y revolucionaria. Por su
defensa inquebrantable de nuestro país, del Pueblo Trabajador Andaluz y
de la clase obrera. Unos pecados que el españolismo no podía perdonar y
por los cuales Blas Infante fue detenido, apresado en el Cine Jaúregui y
posteriormente asesinado en la carretera de Carmona la noche del 10 al
11 de agosto de 1936.
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