viernes, 6 de febrero de 2015

DEFINICIÒN DE POESÌA, SEGÙN SILVIA DELGADO FUENTES

CADA POETA BUSCA SU PROPIA DEFINICIÓN DE POESÍA Y UNA VEZ ENCONTRADA LA APUNTALA PARA CONSTRUIR SOBRE ELLA GRANEROS O PALACIOS.

AQUELLOS HOMBRES Y MUJERES QUE CREEN QUE LA POESÍA DEBE SER MÁS GRANERO QUE PALACIO, AQUELLOS DE NOSOTROS QUE CREEMOS QUE DEBE SER SOSTÉN INEQUÍVOCO DE PECHOS Y NO DE CALAVERAS, PARA NOSOTROS, LA POESÍA DEBE MANTENERSE SUCIA SIEMPRE, DEBE TENER EL ROSTRO CICATRIZADO POR EL TIEMPO Y EL TRABAJO, DEBE MANTENERSE FIRME, CON EL PUÑO APRETADO, EN ALTO.
LA POESÍA PARA NOSOTROS TIENE LA OBLIGACIÓN INEXCUSABLE DE MORIRSE DE FRÍO EN LOS PORTALES, DEBE SER CORRIENTE, SENCILLA COMO UNA MODISTA, VULGAR, COMO UNA PUTA, DEBE SER COMO UN OBRERO BOSTEZANDO CAMINO DE LA FÁBRICA, DEBE AGARRARSE A LAS FAROLAS PARA OBSERVAR EL PASO DE LOS BORRACHOS, DEBE ESCUCHAR LOS AULLIDOS DE LOS PERROS APEDREADOS, DEBE CARECER DE PAN Y DE ABRIGO, DEBE TREPAR LAS PAREDES DE LAS CÁRCELES, REPTAR POR LAS TRINCHERAS, CORRER BAJO LAS BALAS, DEBE ACOMPAÑAR A LOS ENFERMOS, LLEVAR SOBRE LOS HOMBROS TODOS LOS PARTOS Y TODOS LOS CADÁVERES.
LA POESÍA EN NOSOTROS RESUCITA UNA Y OTRA VEZ CON LA PIEL HECHA JIRONES, CON LAS TETAS RESECAS, CON DENTELLADAS EN LOS PÓMULOS, EN LA ESPALDA, EN LA VAGINA Y SE MUERE CADA RATO DE PLOMO, DE HAMBRE, DE DESIDIA.
NUESTRA POESÍA ASPIRA PROFUNDO MIENTRAS SE ARRANCA LOS HUESOS, UNO A UNO, PARA SEÑALAR A LOS AHORCADOS, A LOS HUIDOS, A LOS ESPANTADOS, A LOS EXCLUIDOS, A LOS EXPULSADOS.
NO NECESITA SALIR A PREGUNTAR SI LOS HAN VISTO.

TIENE ENTRE SUS MANOS PALABRAS QUE NO TITUBEAN, PALABRAS QUE TIRITAN COMO NIÑOS GOLPEADOS, PALABRAS QUE SE MUERDEN LOS LABIOS, PALABRAS MALOLIENTES, INCONVENIENTES, PALABRAS ARRANCADAS DE CUAJO A LA SOMBRA DE LAS TORTURAS, PALABRAS QUE CLAVAN UÑAS, QUE ARRANCAN MORDAZAS, QUE CANTAN A PLENO PULMÓN, EN ALTO, EN VANO.

PESE A TODO NUESTRA POESÍA TIENE EL VIENTRE LLENO DE SEMILLAS Y SUEÑA CON REPARTIRLAS.


BILBAO 29 DE JUNIO 2007 Silvia Delgado  fuentes


1 comentario:

  1. El ser de la poesía es vomitar sobre los poderosos las heces de los pueblos y devorar los corazones de aquellos que viven con el pecho vano, mientras, sin quebrar la voz acuna a la hija del obrero.
    ¡dulces sueños! duerme calma. bajo la almohada vela tu kalaka

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