miércoles, 5 de agosto de 2015

LA METAMORFOSIS. PODEMOS Y GRECIA (2/4)

Desde antes de las elecciones al parlamento griego, donde Syriza se presumía como fuerza mayoritaria, tanto Podemos como IU se postulaban como el referente de esta organización en el Estado español; sus líderes viajaban a Atenas buscando la foto con el líder de Syriza, Tsipras, con el objetivo de homologarse con los griegos y lanzar el mensaje a sus potenciales votantes de que ellos son los que van a implementar las políticas de Syriza en el Estado español.

El triunfo de Syriza en las elecciones griegas y la formación de gobierno con el partido nacionalista de derechas ANEL, colmó de alegría al partido de Pablo Iglesias que lo vendía como un antecedente de lo que ocurriría en la elecciones al parlamento español, haciendo creer a sus seguidores que tanto Syriza en Grecia como Podemos en España se opondrían a las políticas de recortes exigidas por la Troika.


El Referendum convocado por el presidente griego Alexis Tsipras, fue ampliamente elogiado por Iglesias y su dirección, aún a sabiendas de que era un referendum-trampa donde se diera el resultado que se diera, Grecia permanecería en la UE, en el Euro, en la OTAN y sometida a las políticas de recortes exigidas por la Troika. El pueblo griego votó mayoritariamente contra la Troika y los recortes, pero su gobierno lo convirtió en un simple apoyo para negociar con la Troika sin considerar un carácter vinculante. El resultado fue la aceptación por parte del ejecutivo de Tsipras de las políticas exigidas por la Troika y la derrota de todos los que votaron contra la aceptación del chantaje y la imposición de políticas ultraliberales.



Tras la aceptación por el gobierno griego de las políticas de recortes impuesta por la UE, el “representante” de Alexis Tsipras en el Estado español, el Presidente plenipotenciario de Podemos, Pablo Iglesias declaraba en numerosos medios de comunicación su satisfacción por la actuación del gobierno de su amigo Tsipras y por los acuerdos de éste con la UE, el BM y el FMI. Recordemos que esos acuerdos suponen el pago de la deuda en su totalidad, sin quita alguna, la subida del IVA a productos de primera necesidad, Reforma de las pensiones: bajada del gasto, supresión de las ayudas a las pensiones más bajas, Reforma de los mercados de productos, Privatización de las eléctricas, Reforma laboral, Reforma del sector financiero...


Y en un segundo paquete las Privatizaciones de Puertos, Aeropuertos, autopistas, empresas de aguas, correos, empresas gasísticas y red ferroviaria, Reforma de la administración pública... y la imposibilidad de implementar políticas económicas sin la aprobación de la Troika, lo que supone de forma drástica la pérdida de soberanía económica y política del Estado griego,


Aquí, Pablo Iglesias ya ha completado su viaje hacia la Moncloa, homologándose a los partidos que entran dentro de los parámetros aceptables por el poder real que rige la economía y controla los medios de comunicación. El viaje que comenzó en los platós de La Sexta TV como heredero político de esa cosa que llamaron 15-M, erigiéndose como líder indiscutible de la masa de “indignados” que sufrían los recortes de los gobiernos de España y de sus instituciones (PP, PSOE, IU), denunciando las políticas ultraliberales de los partidos de la “casta” y exigiendo la auditoría y el impago de la deuda, la salida de la UE y de la OTAN, la derogación de las leyes represivas, etc, lo ha terminado en las cercanías de unas elecciones generales situado en posiciones de salida para optar al tan ansiado puesto de Presidente de gobierno, tras renunciar a todos los postulados con los que se presentó a las elecciones al Parlamento europeo. Como hemos visto por su apoyo a los acuerdos entre el gobierno griego y la Troika, Iglesias se postula como valedor de la UE, renunciando a la quita de la deuda, a la auditoría de la misma, comprometiéndose al pago de la misma deuda que hace unos meses consideraba injusta, haciendo guiños a la derecha más arcaica con referencias a la unidad de España, la recuperación de los símbolos españoles como elementos de “progresía”, o con frases como “ni de derechas ni de izquierdas”.

La metamorfosis “kafkiana” de Iglesias, de Revolucionario anti-Troika a “político responsable y realista” es aún más evidente cuando sirve a las políticas de “Estado”, es decir, cuando favorece el actual status-quo.


Los que pensamos desde el primer momento que Pablo Iglesias y Podemos han tenido el apoyo mediático, televisivo principalmente, por servir a los intereses económicos y políticos de los propietarios de esos mismos medios, no íbamos muy desencaminados, como se está demostrando últimamente; cuando decíamos que su objetivo era la desmovilización social para la desactivación de las protestas sociales y reconducir a las masas de indignados hacia las urnas tras hacerles creer que las soluciones a sus problemas pasaban por procesos electorales, estábamos afirmando lo que en estos mismos instantes ya se hace incuestionable.


El posicionamiento de Podemos ante los procesos de independencia de Catalunya y Euskalerria, escondiendo su “españolismo” y la defensa de la Unidad de España tras una verborrea ambigua, calculada y manipuladora, nos confirma el servicio que hace al status quo imperante, llamando a un cambio que deje todo como estaba, al estilo de Alexis Tsipras en el Referendum griego.

Los sucesos de Grecia han desenmascarado a la totalidad de la clase política española, dejando al descubierto su posicionamiento ante las políticas de la troika, así como la complicidad con el poder económico. La ambigüedad dialéctica no les va a servir para seguir engañando y adormeciendo a la clase trabajadora puesto que en Grecia ya se han visto las intenciones y estrategias de la socialdemocracia reformista.


Y si como muestra vale un botón, el apoyo de “Ahora Madrid”, la marca blanca de Podemos en las municipales madrileñas, a la moción presentada por el PP en el ayuntamiento de esta ciudad, apoyando a los golpistas venezolanos, nos puede dar una idea bastante exacta del posicionamiento de Pablo Iglesias y su formación en cuestiones de política internacional.


Alí Manzano

Si vis pacem: Amèn

Si vis pacem: Amèn: Tal y como están las cosas parece que la palabra más correcta de ahora en adelante será: amén. Debemos usarla para todo, interiorizar...

domingo, 2 de agosto de 2015

lunes, 27 de julio de 2015

LA METAMORFOSIS. De la “utopía” a la “realidad” (¼)

Alí Manzano 

La irrupción de Podemos en el teatro político del Estado español, ha sido un tsunami que arrasa todo lo que se encuentra a su paso. 

La promoción televisiva de Pablo Iglesias, le hace líder indiscutible de un nuevo movimiento que se posiciona en el espacio de la izquierda rupturista, presentándose a las elecciones al parlamento europeo con un programa contra la troika, contra el pago de la deuda, contra los recortes y contra la corrupción de los viejos partidos, los de la “casta” en el lenguaje podemista, obteniendo cinco eurodiputados, lo que dispara las expectativas de éxito de cara a próximos encuentros electorales y hace que aumenten los afiliados y se creen “círculos” de lo más variado y colorista; Desde el “Podemos musulmanes” al “Podemos Fuerzas de Seguridad”, etc. 


El éxito europeo les hace plantearse metas más ambiciosas. La popularidad sigue creciendo gracias a la presencia diaria en los medios televisivos y el objetivo inicial se reconvierte en el “asalto a los cielos”, es decir, el gobierno del Estado como meta...pero para ello hay que cambiar el discurso para seguir contando con el apoyo de los mismos medios que les han catapultado hasta donde han llegado y optar a nichos de votos más amplios y numerosos. 

De esta forma, se llega a la confección del programa económico a cargo de reconocidos economistas socialdemócratas, en el que se recorta considerablemente el programa económico presentado en las elecciones europeas. Según fuentes del propio Podemos, han confeccionado un programa más “realista”; yo no se pide la salida de la UE, ni siquiera la salida del euro, ni se niegan al pago de la deuda, sino todo lo contrario, se comprometen al cumplimiento de la ley y a ejecutar reformas dentro de la legalidad vigente. Y todo esto, entre proclamas patriotas de su líder y alusiones a la unidad de España. 

En este punto, ya se ha producido la conversión. De un partido que pretendía recoger la indignación popular para convertirla en motor de cambio político, hemos pasado a un partido socialdemócrata, reformista y español, cuyo objetivo ya no era proporcionar a las masas indignadas una herramienta de participación y de cambio en un proceso político rupturista con las viejas estructuras del Estado, sino encauzar a esas masas indignadas hacia las estructuras del sistema a través de un partido que generara la suficiente ilusión como para dejar la protesta callejera a la espera de una solución a través de los mecanismos del sistema, es decir, a través de la participación en los procesos electorales. De esta forma, como reconocía el mismísimo Monedero, Podemos ha conseguido evitar el conflicto social, desactivando la protesta contra las medidas de recortes económicos y de derechos y reconduciéndola hacia las urnas. Las enormes expectativas que los medios de comunicación han generado, haciendo pensar a la gente que Podemos tenía al alcance de la mano la toma del poder político mediante las urnas y que tras esta toma de poder se podrían realizar los cambios que nos llevaran a la situación económica anterior a la crisis y a los recortes del PP y del PSOE-IU, propició una ilusión desmovilizadora y un rearme de los sectores reformistas que han conseguido una paz social necesaria para completar el modelo político y social salido de la crisis del capital y que está pagando la clase trabajadora sin oponer resistencia. El efecto Podemos ha conseguido los resultados esperados, la anestesia de la clase trabajadora, a la espera de que el Mesías les lleve a la tierra prometida. 

Y todo esto lo han planteado desde una ambigüedad calculada para atraer al mayor número de votantes, tanto a los votantes de la izquierda rupturista mediante las promesas de cambio tras el hipotético triunfo electoral, como a los votantes de la izquierda sistémica e incluso los votantes del centro político. Los guiños a la unidad de España, el huir del vocabulario de clase con frases como “los de arriba y los de abajo”, el discurso ciudadanista e interclasista, el declarar no ser de izquierdas ni de derechas...ha configurado ese mecanismo de inclusión de una sociedad despolitizada, desinformada, individualizada e insolidaria que ha visto en Podemos la ilusoria aspiración de volver a los años anteriores a la crisis, sin ser conscientes de que el Capitalismo representado por las instituciones supranacionales como la UE o la OTAN, y las estatales como las que agrupan a los poderes económicos que controlan las grandes empresas y los medios de comunicación, han decidido un cambio de sistema basado en una mayor explotación de la clase trabajadora, recorte de derechos y libertades y represión de la disidencia. El desencanto y la desilusión será la nueva fase social tras la constatación de que ningún partido podrá cambiar las reglas del juego a través del sistema político y legal instaurado por la oligarquía capitalista para preservación de sus privilegios. 

El blindaje de la Constitución española que da a la derecha neofranquista y a la socialdemocracia española una minoría de bloqueo de 1/3 de los votos del Congreso de los diputados, hace imposible cualquier cambio por la vía constitucional y legal. Tanto PP como PSOE tienen la llave de bloqueo de cualquier iniciativa que requiera un cambio constitucional, por lo que hablar de reformas económicas y políticas que acaben con los recortes, los desahucios, la desigualdad social, o el paro, es engañar a esos que buscan en el voto a Podemos la solución a sus problemas. Todo lo que no pase por hablar a los que sufren la crisis creada por el capital, la clase trabajadora, de la realidad política, que no es otra que la imposibilidad de introducir cambios estructurales por la vía de las urnas y de las instituciones españolas, es mentir, engañar y crear falsas expectativas a una clase trabajadora que va a sufrir un desengaño  inmovilizador, una sensación de derrota que la llevará a asumir su situación de explotación. 

El caso griego, aún reciente, nos puede servir de guía para conocer los procesos que sin duda alguna se van a dar en el Estado español y los posicionamientos y caminos que pueden seguir las distintas formaciones políticas. 

Continuará... 


Si vis pacem: España

Si vis pacem: España: España no es ni patria, ni grande, ni libre. Es un zurcido de pueblos. Lleva puesta una camisa de fuerza manchada con sangre y amne...