Colectivo Pueblo Andaluz, trabajamos y compartimos diferentes intereses comunes. El colectivo Pueblo Andaluz es anticapitalista, nacionalista andaluz, , asambleario, republicano e internacionalista.
Parece evidente que PODEMOS tiene buenos comunicadores públicos.
Algunos de ellos, sueltan cada dos por tres frases que inmediatamente después
se convierten en titulares para la prensa española.
Este hecho en sí mismo no tiene porqué ser malo. Ahora bien, en
PODEMOS necesitan también ser rigurosos para que en sus filas no ocurra lo
mismo que le critican a los demás. Me estoy refiriendo a lo que ellos llaman LA
CASTA.
Según esta organización, los individuos que forman parte de LA CASTA,
son aquellos que, entre otras cosas, han pertenecido a las altas instancias de
las instituciones del estado o aquellos que provengan de los aparatos de los
partidos y de las organizaciones sindicales que conforman las instituciones
públicas del régimen.
Personalmente estoy bastante de acuerdo con esa definición de LA CASTA
en la política española.
En Andalucía todo apunta a que PODEMOS
va a saltarse a la torera este principio. La que parece va a ser la
candidata a la presidencia de la Junta por esta formación, Teresa Rodríguez,
viene promocionando a Diego Cañamero Valle para que le acompañe en las
elecciones autonómicas.
Teresa Rodríguez y PODEMOS en su conjunto debería pensárselo mejor y
reflexionar un poco más sobre la figura de Diego Cañamero, porque no es oro
todo lo que reluce en este viejo personaje de la política y del sindicalismo en
Andalucía. Con independencia de lo que pensemos de él quienes le conocemos muy
bien, porque hemos sufrido sus métodos autoritarios y antidemocráticos,
convirtiendo a todo aquel que se atreva a disentir de sus ideas y opiniones en enemigos públicos, está su trayectoria y si
PODEMOS aplica sus principios podrá comprobar como Diego Cañamero es miembro
permanente de LA CASTA política-sindical andaluza.
Ha sido concejal y Alcalde de El Coronil. Hasta hace unos días ha sido
un destacado miembro de la Dirección
Andaluza de Izquierda Unida. Ha permanecido impasible en I.U, cuando ésta ha
pactado con el PSOE-A para formar gobierno en la Junta. Tiene “reconocido” casi
de por vida la titularidad de la secretaria general del SOC, ahora SAT, de la
que lleva como liberado sindical más de la mitad de su vida. De modo que con
esta trayectoria Diego Cañamero Valle está imposibilitado para representar la
necesaria regeneración política que PODEMOS reclama y representa.
Si PODEMOS hace oídos sordos a esta reclamación pública, invito a que
al menos los potenciales votantes de la provincia donde se presente este
individuo no voten la candidatura de esta organización, porque de verdad no
merecerá la pena.
No compre pipas en los supermercados EL ÁRBOL y DIA.
No compre apartheid
Las cadenas de supermercados DÍA y EL ARBOL comercializan pipas de
origen israelí: las Pipas Gigantes DIA Tostadas y Saladas y Las Pipas
Gigantes DIA Aguasal, vendidas en DIA; y las Pipas Gigantes Tostadas con
Sal, en los supermercados ARBOL. Todas ellas importadas de Israel y
envasadas por FRUMESA.
NO COMPRES PIPAS DE ORIGEN ISRAELÍ, NO CONTRIBUYAS AL
MANTENIMIENTO DEL SISTEMA DE APARTHEID Y OCUPACIÓN
QUE VIOLA LA LEGALIDAD INTERNACIONAL Y PERPETRA
CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD
GRUPO BDS ALMERIA
PARA DENUNCIAR LA COMERCIALIZACION DE DICHAS PIPAS, EL SABADO 31 DE ENERO A LAS 11,30 HORAS, ESTAREMOS FRENTE AL ARBOL Y DIA DE LA CALLE PABLO IGLESIAS PARA INFORMAR A LOS CLIENTES Y REPARTIR INFORMACION SOBRE LA CAMPAÑA BDS.
¡¡¡¡ASISTE, ACUDE AL ACTO EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO!!!
En el último Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía se ha aprobado el anteproyecto de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, una oportunidad perdida para realizar una legislación que auténticamente impidiese interpretaciones, celebraciones y simbologías antidemocráticas, antifascistas y antiandaluzas, y que, a un tiempo, incentivase el conocimiento real y completo de nuestro pasado. http://www.laotraandalucia.org/node/2289
El Vicepresidente de la Junta, Diego Valderas (IU) presentó en rueda de prensa el pasado martes, tras haber finalizado el Consejo de Gobierno de la misma, un anteproyecto de ley que ni es de memoria histórica ni de memoria democrática, sino mera falsedad e hipocresía, ya que está limitada a unas pocas décadas de nuestro pasado (ver el video adjunto).
En su artículo primero dicha ley afirma que “El objeto de esta Ley es el establecimiento de políticas públicas para la recuperación de la Memoria Democrática de Andalucía y velar por la salvaguarda, conocimiento y difusión de la historia de la lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades durante la Segunda República, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la transición a la democracia hasta la entrada en vigor del primer Estatuto de Autonomía para Andalucía”.
Pero es que “la historia de la lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades” no se limita a ese periodo temporal. Ni comenzó en 1931 ni terminó en 1981. Tampoco el terror de Estado, los asesinatos y los enterramientos en fosas comunes anónimas y el exilio forzado de los que lucharon por nuestros derechos y nuestra libertad. ¿Os imagináis que un gobierno que se calificase de progresista pudiese aprobar una ley que condenase los crímenes de Estado, las persecuciones, los asesinatos, las torturas, los robos de sus propiedades, las expulsiones de sus domicilios y de sus tierras, etc., a los andaluces, pero sólo los acontecidos durante un periodo histórico concreto, dejando en la impunidad el resto, así como su justificación y enaltecimiento?, pues eso es lo que hace exactamente lo que ha hecho la Junta con esta ley.
Según Valderas esta ley, a la que calificó de “integral” se elabora “desde el reconocimiento y no permitir el olvido de miles y miles de luchadores por la democracia y a libertad”, así como de cumplimentar “las aspiraciones de no dejar nada en el olvido, de situar todo en el terreno de la verdad, de la justicia, de la reparación, de la no repetición, de acuerdo con los derechos humanos y la normativa internacional”. Pero, al restringir su ámbito de actuación a esas pocas décadas miente descaradamente con respecto a dichos propósitos, dado que reconoce, defiende y protege el recuerdo de miles ignorando el de millones. El de todos los “luchadores por la democracia y a libertad” antes de 1931 y después de 1981.http://www.laotraandalucia.org/node/2289
¿No eran luchadores por la libertad los jornaleros asesinados en el campo andaluz a lo largo de siglos? ¿No eran luchadores por la libertad los andaluces encarcelados, torturados y ajusticiados por defender la justicia social y una democracia real antes de 1931? ¿No eran luchadores por la libertad los que defendieron sus poblaciones y propiedades de los invasores que se las pretendían arrebatar por “derecho de conquista”? ¿No son luchadores por la libertad todos los perseguidos, encarcelados e incluso asesinados por defender la libertad y la justicia social después de 1981? Pues según esta “progresista” y “reparadora” ley no. La misma define “víctimas de la represión” (artículo 3º) sólo a “todas las personas que, por su defensa de la legalidad republicana y de los valores democráticos o como consecuencia de actuaciones de los golpistas y del franquismo”. Y no es de extrañar, puesto que restringe el propio concepto de “memoria democrática” (artículo 4º) como “el derecho individual y colectivo del pueblo andaluz a conocer la verdad, de lo acaecido en su lucha por sus derechos y libertades democráticas en el período que abarca desde la Segunda República hasta el logro de la autonomía en Andalucía”.
Una ley que sólo ampara a unos pocos y deja fuera de ella a la inmensa mayoría, que no busca ni incentiva toda la verdad histórica sino sólo la de unas pocas décadas, y aún ésta de forma parcial, no es una normativa para “situar todo en el terreno de la verdad, de la justicia, de la reparación, de la no repetición, de acuerdo con los derechos humanos y la normativa internacional”. Una ley tan restrictiva no es una ley “integral” de memoria democrática, sino una ley arbitraria y contraria a los propósitos que ella misma manifiesta, además de en sí misma antidemocrática, dado su carácter discriminatorio temporal, y aún menos es una ley de memoria histórica, sino anti-histórica, por el contrario es contraria a nuestra memoria histórica, pues la historia de Andalucía tampoco comienza en 1031 ni termina en 1981.
Lo que sí constituye esta ley es una muestra más de las consecuencias del continuismo neofranquista y necolonial en nuestra tierra, de la que este “gobierno de progreso” de la Junta de Andalucía es un fiel reflejo. Ésta es una ley destinada a todo lo contrario a aquello de lo que proclama. Su fin no es la recuperación de la memoria sino la permanencia del olvido. No es el de revelar sino el de volver a velar. Es una ley de olvido de todo nuestro pasado y de nuestra identidad real. No pretende reparar sino volver a enterrar.
Este no es un anteproyecto de ley de memoria, ni histórica ni democrática, sino de propagación de la desmemoria y la alienación, así como de protección de los principios españolistas y pro-capitalistas pactados en la “transición”, a la que esta “izquierda” domesticada que nos gobierna en Andalucía en nombre del amo de Madrid, sigue obedeciendo en todas sus actuaciones.
Esta ley incluso insulta la memoria de las propias víctimas del fascismo a las que afirma defender, al equiparar con insistencia el régimen continuista actual con aquel futuro de libertad, igualdad y justicia por el que dieron sus vidas, Incluido Blas Infante, así como mantiene en la ignominia y el olvido a todos los que les precedieron, con lo que son igualmente ofendidos. También insulta a las víctimas del fascismo equiparando a estas con sus verdugos en este presente de supuesta unidad y reconciliación de la "idílica" democracia y autonomía de atrezo, tras cuya superficie el fascismo pervive y se fortalece.
Esta no es una ley de memoria democrática ni histórica. Al igual que antes la probada por el gobierno de Rodríguez Zapatero, y de la misma forma que todas las elaboradas por el régimen actual, incluidas la Constirución del 78 y los estatutos de "autonomía", es, de facto, otra ley de punto final e impunidad. De engaño y esclavización del pueblo andaluz.
“Cada pueblo tiene el derecho inalienable a conocer la verdad acerca de los acontecimientos sucedidos en el pasado en relación con la perpetración de crímenes aberrantes y de las circunstancias y los motivos que llevaron, mediante violaciones masivas o sistemáticas, a la perpetración de esos crímenes. El ejercicio pleno y efectivo del derecho a la verdad proporciona una salvaguardia fundamental contra la repetición de tales violaciones.
El conocimiento por un pueblo de la historia de su opresión forma parte de su patrimonio y, por ello, se debe conservar adoptando medidas adecuadas en aras del deber de recordar que incumbe al Estado para preservar los archivos y otras pruebas relativas a violaciones de los derechos humanos y el derecho humanitario y para facilitar el conocimiento de tales violaciones. Esas medidas deben estar encaminadas a preservar del olvido la memoria colectiva y, en particular, evitar que surjan tesis revisionistas y negacionistas”.
(Extraído del conjunto de principios actualizados para la protección y la promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad aprobados por la ONU en 2005)
Esta teoria en:http://historia.forogratis.es Desde 711 hasta 756 lo que hubo fue una guerra civil entre hispanos y una cantonalización de la península y la incorporación a la misma de una serie tropas mercenarias del norte de África que no son árabes, sino púnicas, visigodas, vándalas y bizantinas. Y quienes contendieron fueron los partidarios de los reyes visigodos Witiza y Rodrigo; los hijos de Witiza mantuvieron el control en las ciudades.
La ignorancia y las exageraciones de la propaganda árabe y católica convirtieron una mera guerra civil y religiosa entre cristianos católicos y unitaristas en una invasión extranjera. Si realmente el tema les interesa acuda a http//historia.forogratis.es donde están los argumentos y detalles de esta tesis.
Ignacio Olagüe presento esta extraordinaria tesis en los años 60, en Francia. En ella se explica por que no pudo suceder tal hazaña y que es lo que probablemente sucedió. La Iglesia católica jamás aceptó que su teocracia goda fuera vencida el 711 por los cristianos unitaristas hispanos, y considero esa derrota como una Apocalipsis, una invasión extranjera, y esa fue la versión con la que se nos ha educado desde entonces . Ahora que la religión ya no domina tanto la educación, podemos recuperar la memoria histórica de que sucedió en el 711, de verdad.
*nota: España no existía entonces, evidentemente, es solo una manera de identificar la península ibérica para que todos sepamos de que hablamos.
Foro de debate sobre este tema en: http//historia.forogratis.es
El próximo viernes 23 de enero a las ocho de la tarde, en el Centro Andaluz del Pueblo Javier Verdejo, el profesor Jorge Lirola impartirá una charla sobre "La corrupción en la Universidad de Almería". Jorge está llevando una lucha desde hace años para denunciar los múltiples chanchullos e irregularidades que se estan dando en la Universidad de Almería lo que le esta acarreando múltiples problemas y represión no solo por parte de la autoridad universitaria sino incluso por parte de los ámbitos judiciales donde ha tratado de trasladar las denuncias.
La entrada es libre y te animamos a que participes y lo difundas.
En junio de 2013, un grupo de 800 personas ocupan un cine abandonado del centro Barcelona para proyectar un documental. Rebautizan el antiguo edifcio en honor a una chica que se suicidó dos años antes: Cinema Patricia Heras. ¿Quién era Patricia? ¿Por qué se quitó la vida y qué tiene que ver Barcelona con su muerte? Esto es exactamente lo que se quiere dar a conocer con esta acción ilegal y de gran impacto mediático: que todo el mundo sepa la verdad sobre uno de los peores casos de corrupción policial en Barcelona, la ciudad muerta.
La noche del 4 de febrero de 2006 terminó con una carga policial en el centro de Barcelona. Fue en los alrededores de un antiguo teatro okupado en el que se estaba celebrando una festa. Entre los golpes de porra, empezaron a caer objetos desde la azotea de la casa okupada. Según relató por radio el Alcalde de Barcelona pocas horas después, uno de los policías, que iba sin casco, quedó en coma por el impacto de una maceta.Las detenciones que vinieron inmediatamente después del trágico incidente nos relatan la crónica de una venganza.Tres jóvenes detenidos, de origen sudamericano, son gravemente torturados y privados de libertad durante 2 años, a la espera de un juicio en el que poco importaba quién había hecho qué.
Poco importaba que el objeto que hirió al policía hubiera sido tirado desde una azotea mientras que los detenidos estaban a pie de calle. Otros dos detenidos aquella noche —Patricia y Alfredo— ni siquiera estaban presentes en el lugar de los hechos: fueron detenidos en un hospital cercano y hallados sospechosos por su forma de vestir. Poco importaba si había pruebas o evidencias que exculpaban a todos los acusados. En aquel juicio no se estaban juzgando a individuos sino a todo un colectivo.Se trataba de un enemigo genérico construido por la prensa y los políticos de la Barcelona modélica. Barcelona, la ciudad que acababa de estrenar su llamada “ordenanza de civismo”, una ley higienista, marco legal perfecto para los planes de gentrifcación de algunos barrios céntricos, destinados al turismo. Los chicos detenidos aquella noche eran cabezas de turco que encajaban perfectamente, por su estética, con la imagen del disidente antisistema: el enemigo interno que la ciudad modélica había ido generando aquellos últimos tiempos.
Años después, dos policías son condenados a inhabilitación y penas de prisión de más de 2 años por haber torturado a un chico negro. La sentencia demuestra que los agentes mienten y manipulan pruebas durante el juicio. Para encubrir las torturas, acusan al joven de ser trafcante de drogas, pero el juez descubre un montaje: el negro es en realidad, hijo de un diplomático: el embajador de Trinidad y Tobago en Noruega.Estos agentes resultan ser los mismos que habían torturado a los jóvenes detenidos aquella noche del 4 de febrero de 2006 y algunos de los testigos que declararon en su contra durante el juicio. El mismo modus operandi en ambos casos. La única diferencia: el origen social de las víctimas.La enésima historia de impunidad policial, acompañada por buenas dosis de racismo, clasismo y la vulneración de derechos fundamentales, todo ello amparado por un sistema judicial heredero del régimen franquista y unos políticos obsesionados con el negocio inmobiliario que brinda la Marca Barcelona a costa de sus ciudadanos.
Entré con 19 años en mayo de 1939 y salí en el año 1962, con 42. Soy la persona que más tiempo seguido ha pasado en las cárceles franquistas". Y esta última frase, que podría parecer una jactancia no lo es tanto si se tiene en cuenta que durante ese período de tiempo recaen sobre él dos penas de muerte. La primera, con 19 años, recién terminada le indecente rebelión militar franquista y su guerra subsecuente, por su militancia en las JSU. La segunda, años más tarde, por intentar organizar la resistencia al franquismo dentro de las mismas carceles. Hijo de jornaleros, Fernando Macarro Castillo ( Marcos Ana es un seudónimo formado por los nombres de su padre y su madre) nace en Alconada, Salamanca, en una pequeña pedanía llamada San Vicente, el 20 de Enero de 1920. "Yo procedo de una familia muy humilde. Mis padres eran campesinos sin tierra y analfabetos". "No pude ir al colegio, ya que mi familia no tenía recursos y enseguida me tuve que poner a trabajar. O sea, que yo estudié practicamente las cuatro reglas, como se decía entonces. Mis padres no pertenecían a ningún partido. Eran profundamente católicos. Eran tan sumisos que cuando pasaba el amo hacían la señal de la cruz como si se tratara de un representante de Dios en la tierra" "Mi vida os la puedo contar en dos palabras. Un patio y un trocito de cielo donde a veces pasan una nube perdida y algún pájaro huyendo de sus alas".
Mi casa y mi corazón
(sueño de libertad)
Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
Imaginaria
Al pintor Miguel Vázquez.
Al que sorprendí una noche llorando en la cárcel de Burgos.
Adelantándonos un poco al anniversario de la "Primavera de los arces" en Quebec un vídeo que hace homenaje también al autor de la canción Georges Moustaki:
Le Printemps québécois. 1 an de lutte. La beauté d'un peuple qui s'éveille.
Toutes les images ont été filmées par Mario Jean, dans plus de 60 manifestations, entre le 22 mars 2012 et le 22 mars 2013.
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LE PRINTEMPS QUÉBÉCOIS est un rêve qui porte des rêves, une porte d’entrée par laquelle nous franchissons l’émotion puissante qui a accompagné toute la jeunesse québécoise, tous les marcheurs, les questionneurs, les fatigués des mensonges politiques et les inventifs qui dansent au lieu d’ânonner les chants néolibéraux gris, agressifs et tristes. Il faut d’abord se lever pour apprendre à danser et ce printemps 2012, au Québec, une grande partie de la population s’est levée, n’a pas cessé d’arpenter les rues, de crier sa colère, d’aimer l’avenir qu’elle projetait sur tous les écrans de ses propres souhaits politiques. Ballet de la solidarité publique, héros anonymes des foules constituées par le ras-le-bol du présent, LE PRINTEMPS QUÉBÉCOIS parle à tous les êtres humains, chante l’élégance d’une révolution créative, pacifique et intelligente.
Portrait grandiose d’événements historiques, cette vidéo dépeint l’exacte sensation ressentie au plexus par tous les manifestants et les militants étudiants durant ces mois d’impasses, de brutalité policière et de manipulation politique. Chacun d’entre nous a un souvenir impérissable de cette solidarité plus belle que l’espoir, plus ferme que tout programme électoral. Ce qui nous donne parfois envie de pleurer, ce qui nous donne envie de vivre sans baisser la tête, ce qui nous a fait crier notre désarroi et embrasser la cause, tout y est, tout est là, tout s’enlace le réalisateur ayant pris soin de transformer sa caméra en une main valsante qui tendrement, patiemment, glisse, plonge et recueille avec la sûreté d’un père, cet enfant de tous, cette merveilleuse naissance visionnaire, notre bel enfant québécois du printemps érable.
Esta es la versión nacionalista del himno de Andalucía cantado por una hermana andaluza de los Musulmanes Andaluces. Por una Andalucía libre, soberana y trascendente.
Este 10 de enero se conmemora el 82º aniversario de aquel otro de 1933 en que tuvo lugar la matanza premeditada de 22 jornaleros andaluces de la Sierra de Cádiz en la localidad gaditana de Casas Viejas. Un vergonzoso crimen de estado perpetrado durante la II República Española por sus “fuerzas del orden”.
En aquellas fechas la CNT, el sindicato de clase revolucionario y mayoritario en Andalucía, muy especialmente entre los jornaleros, había realizado un llamamiento al levantamiento obrero en todo el Estado, a una huelga general revolucionaria, y los jornaleros de Casas viejas lo hicieron ese 10 de enero, proclamando el comunismo libertario en la población, el reparto de tierras y la abolición de la propiedad privada. Eran sólo un puñado de trabajadores del campo, mal armados con unas pocas escopetas de caza obsoletas.
Al día siguiente, el día 11, entran en el pueblo cientos de efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto (la policía republicana), enviados por los representantes del gobierno de Azaña. La mayoría de los jornaleros huyen a la sierra pero, a pesar de haber concluido de facto el levantamiento, las “fuerzas del orden” entran casa por casa, sacando a sus habitantes y asesinando a decenas de ellos. Francisco Cruz Gutiérrez, apodado Seisdedos, un viejo carbonero del pueblo, se refugia en su casa con otras ocho personas. La vivienda es rodeada e incendiada, muriendo todos ellos calcinados o disparados con rifles y ametralladoras al intentar salir y huir.
En total fueron asesinados ese día veintidós vecinos de la localidad. 19 hombres, dos mujeres y un niño. El capitán Rojas, que mandaba las “fuerzas del orden”, afirmó que había actuado siguiendo órdenes directas de Manuel Azaña que le habría dicho “Ni heridos ni prisioneros, los tiros, a la barriga”. Azaña lo negó. Pero con independencia de que fuese cierto o no el que las diera, lo incuestionable era la intencionalidad no sólo represora sino también escarmentadora de la “autoridad republicana”. No llegaron solo para sofocar un pequeño e inofensivo levantamiento campesino, como lo prueba el número de guardias enviado y su armamento (ametralladoras pesadas), el objetivo era amedrentar a los jornalero andaluces, convirtiendo Casas Viejas en una advertencia contra cualquier intento se “subvertir el orden” y sus consecuencias. Se pretendía sembrar el terror como forma de mantener el sometimiento obrero e impedir las huelgas revolucionarias.
Blas Infante, consciente del significado simbólico de los hechos, incluso más allá del propio acto represivo y asesino, como ejemplo de la continuación de esos “siglos de guerra”, como nos recuerda nuestro himno, por su tierra y su libertad, entre el pueblo andaluz y las “autoridades” españolas de cada momento, se desplazó días después hasta la localidad con Pedro Vallina, líder intelectual cenetista y discípulo de Fermín Salvochea, y recogió un rosal silvestre que encontró junto a los restos aún humeantes de la casa de Seisdedos, trasplantándolo en el jardín de la suya. Os ofrecemos a continuación el relato que, en su autobiografía, realiza el propio Vallina de ello.
“En aquel corralón de Seisdedos, en Casas Viejas, en donde fueron sacrificados muchos jornaleros andaluces en aras de una República macabra, fue arrancado de cuajo en la refriega un rosal anónimo, que rodaba por los suelos cubierto de lodo y sangre.
Mi gran amigo Blas Infante fue en peregrinación a Casas Viejas, contempló la caseta en ruinas de Seisdedos con sus ojos cegados por las lágrimas, y recogió condolido aquel rosal profanado por las bestias sanguinarias del Poder. Lo llevó piadosamente a Sevilla y lo plantó en el más fértil suelo de su jardín, y lo regó con la más cristalina de sus aguas.
El rosal se vistió pomposamente de verde y se cubrió de capullos prometedores de las más bellas rosas. Y fueron objeto constante de especulación por porte de los visitantes del jardín las flores rojas que un día brotarían de aquel rosal cogido en la casita del crimen, rojos como el color de la sangre derramado por los campesinos mártires, rojos como el color de la bandera de la rebelión de los esclavos.
Pero una esplendoroso mañana de primavera, en que la naturaleza renacía en un ambiente de luz y pájaros, al toque del alba dado por las campanas de la torre morisca, cambió el rosal sus capullos por unas hermosas flores, no rojas, como se esperaba, sino blancas como el color de la nieve y el armiño. ¡Cómo se regocijaba Blas Infante de la ocurrencia del rosal, burlando nuestras esperanzas y ajeno al furioso batallar de los hombres! Para nosotros, el rosal, agradecido, reflejaba en aquellas rosas blancas y puras lo conciencia inmaculada de Blas Infante, que lo había devuelto a la vida.
Otros bárbaros como los asesinos de Casas Viejas, esta vez no disfrazados con el gorro frigio, sino llevando por enseña la cruz gamada, aparecieron en Sevilla de improviso y dieron muerte al más ilustre de sus hijos: Blas Infante. El duelo tendió su manto sobre la viuda y huérfano del caído, y el jardín, no regado más que con lágrimas de dolor, se convirtió en campo yermo.
El rosal perdió su lozanía, dejó caer como lágrimas, las hojas mustias de sus rosas; se despojó de su ropaje verde y se vistió con otro gris, de luto; y por último, la savia dejó de correr por sus venas. Y en una oscura noche sin luna y sin estrellas, exhaló su último suspiro el rosal de Seisdedos. Único superviviente dela más inicua de las tragedias, digna de la pluma del gran Esquilo.
Ya en el jardín no hay mayores, ni niños juguetones, ni pájaros cantores, ni flores blancas ni rojas, ni aguas cristalinas, ni por allí cruzan, como otras veces, visitantes soñadores. El desastre cobijo aquella tierra del crimen, en la que no crecen, como en el corralón de Seisdedos, más que cardos y espinas. Como no hay noche sin aurora, esperemos un alba rojo, tan encendido que todo lo revestirá de color de fuego, como el que arde imperecedero en nuestros corazones de revolucionarios andaluces”.
Parto aclarando antes que nada, que considero una atrocidad el ataque a las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo en París y que no creo que, en ninguna circunstancia, sea justificable convertir a un periodista, por dudosa que sea su calidad profesional, en un objetivo militar. Miles de personas, comprensiblemente afectadas por este atentado, han circulado mensajes en francés diciendo “Je Suis Charlie” (Yo soy Charlie), como si este mensaje fuera el último grito en la defensa de la libertad. Pues bien, yo no soy Charlie. No me identifico con la representación degradante y “caricaturesca” que hace del mundo islámico, en plena época de la llamada “Guerra contra el Terrorismo”, con toda la carga racista y colonialista que esto conlleva. Europa se consume en una espiral de odio xenófobo, de islamofobia, de anti-semitismo (los palestinos son semitas, de hecho) y este ambiente se hace cada vez más irrespirable. Los musulmanes ya son los judíos en la Europa del siglo XXI, y los partidos neo-nazis se están haciendo nuevamente respetables 80 años después gracias a este repugnante sentimiento. Por todo esto, pese a la repulsión que me causan los ataques de París, Je ne suis pas Charlie.
Parto aclarando antes que nada, que considero una atrocidad el ataque a las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo en París y que no creo que, en ninguna circunstancia, sea justificable convertir a un periodista, por dudosa que sea su calidad profesional, en un objetivo militar. Lo mismo es válido en Francia, como lo es en Colombia o en Palestina. Tampoco me identifico con ningún fundamentalismo, ni cristiano, ni judío, ni musulmán ni tampoco con el bobo-secularismo afrancesado, que erige a la sagrada “République” en una diosa. Hago estas aclaraciones necesarias pues, por más que insistan los gurús de la alta política que en Europa vivimos en una “democracia ejemplar” con “grandes libertades”, sabemos que el Gran Hermano nos vigila y que cualquier discurso que se salga del libreto es castigado duramente. Pero no creo que censurar el ataque en contra de Charlie Hebdo sea sinónimo de celebrar una revista que es, fundamentalmente, un monumento a la intolerancia, al racismo y a la arrogancia colonial.
Miles de personas, comprensiblemente afectadas por este atentado, han circulado mensajes en francés diciendo “Je Suis Charlie” (Yo soy Charlie), como si este mensaje fuera el último grito en la defensa de la libertad. Pues bien, yo no soy Charlie. No me identifico con la representación degradante y “caricaturesca” que hace del mundo islámico, en plena época de la llamada “Guerra contra el Terrorismo”, con toda la carga racista y colonialista que esto conlleva. No puedo ver con buena cara esa constante agresión simbólica que tiene como contrapartida una agresión física y real, mediante los bombardeos y ocupaciones militares a países pertenecientes a este horizonte cultural. Tampoco puedo ver con buenos ojos estas caricaturas y sus textos ofensivos, cuando los árabes son uno de los sectores más marginados, empobrecidos y explotados de la sociedad francesa, que han recibido históricamente un trato brutal: no se me olvida que en el metro de París, a comienzos de los ‘60, la policía masacró a palos a 200 argelinos por demandar el fin de la ocupación francesa de su país, que ya había dejado un saldo estimado de un millón de “incivilizados” árabes muertos. No se trata de inocentes caricaturas hechas por libre pensadores, sino que se trata de mensajes, producidos desde los medios de comunicación de masas (si, aunque pose de alternativo Charlie Hebdopertenece a los medios de masas), cargados de estereotipos y odios, que refuerzan un discurso que entiende a los árabes como bárbaros a los cuales hay que contener, desarraigar, controlar, reprimir, oprimir y exterminar. Mensajes cuyo propósito implícito es justificar las invasiones a países del Oriente Medio así como las múltiples intervenciones y bombardeos que desde Occidente se orquestan en la defensa del nuevo reparto imperial. El actor español Willy Toledo decía, en una declaración polémica -por apenas evidenciar lo obvio-, que “Occidente mata todos los días. Sin ruido”. Y eso es lo que Charlie y su humor negro ocultan bajo la forma de la sátira.
No me olvido de la carátula del N°1099 de Charlie Hebdo, en la cual se trivializaba la masacre de más de mil egipcios por una brutal dictadura militar, que tiene el beneplácito de Francia y de EEUU, mediante una portada que dice algo así como “Matanza en Egipto. El Corán es una mierda: no detiene las balas”. La caricatura era la de un hombre musulmán acribillado, mientras trataba de protegerse con el Corán. Habrá a quien le parezca esto gracioso. También, en su época, colonos ingleses en Tierra del Fuego creían que era gracioso posar en fotografías junto a los indígenas que habian "cazado", con amplias sonrisas, carabina en mano, y con el pie encima del cadáver sanguinolento aún caliente. En vez de graciosa, esa caricatura me parece violenta y colonial, un abuso de la tan ficticia como manoseada libertad de prensa occidental. ¿Qué ocurriría si yo hiciera ahora una revista cuya portada tuviera el siguiente lema: “Matanza en París. Charlie Hebdo es una mierda: no detiene las balas” e hiciera una caricatura del fallecido Jean Cabut acribillado con una copia de la revista en sus manos? Claro que sería un escándalo: la vida de un francés es sagrada. La de un egipcio (o la de un palestino, iraquí, sirio, etc.) es material “humorístico”. Por eso no soy Charlie, pues para mí la vida de cada uno de esos egipcios acribillados es tan sagrada como la de cualquiera de esos caricaturistas hoy asesinados.
Ya sabemos que viene de aquí para allá: habrá discursos de defender la libertad de prensa por parte de los mismos países que en 1999 dieron la bendición al bombardeo de la OTAN, en Belgrado, de la estación de TV pública serbia por llamarla “el ministerio de mentiras”; que callaron cuando Israel bombardeo en Beirut la estación de TV Al-Manar en el 2006; que callan los asesinatos de periodistas críticos colombianos y palestinos. Luego de la hermosa retórica pro-libertad, vendrá la acción liberticida: más macartismo dizque “anti-terrorismo”, más intervenciones coloniales, más restricciones a esas “garantías democráticas” en vías de extinción, y por supuesto, más racismo. Europa se consume en una espiral de odio xenófobo, de islamofobia, de anti-semitismo (los palestinos son semitas, de hecho) y este ambiente se hace cada vez más irrespirable. Los musulmanes ya son los judíos en la Europa del siglo XXI, y los partidos neo-nazis se están haciendo nuevamente respetables 80 años después gracias a este repugnante sentimiento. Por todo esto, pese a la repulsión que me causan los ataques de París, Je ne suis pas Charlie.
Marcel Jalifa o Jalife (en árabe, مرسيل خليفة): cantautor y compositor libanés. Su apellido puede encontarse escrito en caracteres latinos frecuentemente como Khalifa, Khalifah, Khalife o Khalifeh.1 Nació en 1950 en Amshit, localidad de la Gobernación del Monte Líbano.
Jalifa es uno de los músicos libaneses contemporáneos más conocidos, tanto en el Mundo Árabe como fuera de él, y también uno de los más renombrados especialistas en laúd árabe.
Estudió laúd en el Conservatorio Nacional de Beirut, y fue profesor del mismo instrumento, en el mismo conservatorio y en otras instituciones libanesas, entre 1970 y 1975. Partiendo de las técnicas más estrictas, ha ido desarrollando y ampliando las posibilidades del laúd desde sus primeras actuaciones públicas, como solista, en varios países árabes y europeos.
En 1972 creó en su pueblo natal un grupo dedicado al mantenimiento de la herencia musical libanesa y al desarrollo de la música coral árabe. Éste fue conocido sobre todo en el Líbano. En 1976 un nuevo grupo, Al-Mayādīn, recoge la experiencia del anterior y adquiriere pronto una notoriedad que traspasa las fronteras de su país natal. Con Al-Mayādīn, empieza a hacer giras por los países árabes, África, Europa, Estados Unidos, Canadá, América Latina y Japón, actividad que ha seguido realizando hasta hoy.
En 1974 Marcel Jalifa comenzó a componer música para cine y danza, siendo uno de los creadores del llamado ballet popular oriental. Ha adaptado musicalmente textos de importantes poetas árabes contemporáneos, en especial del palestino Mahmud Darwish.
Sus canciones suelen tener contenido político y social, siendo un representante de la música árabe de izquierda. Uno de los motivos centrales de su obra ha sido el apoyo a la lucha de liberación nacional de los palestinos y la crítica de la ocupación militar israelí. En Palestina, de hecho, Jalifa goza de una gran popularidad. En 1999 se le concedió el Premio de la Música Palestina. A su vez, contribuyó a la financiación del Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Bir Zeit en Palestina. En 2005, fue nombrado Artista Unesco para la Paz.
LAS CELEBRACIONES DE LAS CONQUISTAS DE LAS CIUDADES ANDALUZAS COMO FORMA DE FIJAR LOS MITOS EN EL IDEARIO COLECTIVO ANDALUZ.
A cada periodo de toma de conciencia
identitaria y activismo político y social en la dirección de la
recuperación de derechos colectivos en Andalucía, ha seguido un periodo
de dura represón cultural y política.
A los movimientos soberanistas del S.XVIII
y primer tercio del S.XX continuó un largo periodo de represión cuyos
marcadores culturales continuan en la actualidad.
El Nacional-Catolicismo instaurado por el
Dictador Francisco Franco tras el triunfo del golpe de Estado militar,
protagonizó una represión política contra todos los movimientos
opositores, incluido el nacionalismo andaluz, cuyo punto más álgido es
el asesinato de Blas Infante.
A la represión política a través de
asesinatos, encarcelamientos, deportaciones...le siguió la represión
cultural que intentaba borrar la historia y cultura andaluza del
imaginario colectivo para asimilarla a una historia inventada que
sirviera como amalgama del nuevo Estado para mantener los mismos
principios que llevaron a los Reyes Católicos a las operaciones de
conquista que forjaron el actual Estado español: unidad territorial,
religiosa y lingüstica que sirviera a a la nobleza conquistadora para
controlar a la población conquistada. Asimilación o represión fue la
política seguida por las monarquías castellanas con respecto a la
población andaluza. La Dictadura franquista siguió el mismo método de
control. Una vez finalizada la represión política comenzó la represión
cultural a través del control de la información, de la formación y la
divulgación histórico-cultural.
En la tarea de obligar al pueblo andaluz a
aceptar los prejuicios, dogmas y Mitos que los asimilaran a la
“historia oficial” tuvo especial importancia la celebración de las
“Tomas”, “Pendones” “Moros y cristianos” y otras representaciones
populares de la conquista, cuyo inicio está en el comienzo de la
Dictadura franquista.
Las “Tomas”, “Pendones” y demás
representaciones públicas reproducían la sumisión de la población
conquistada a los poderes del Estado: Iglesia, Ejército y
administración. Estas representaciones eran el complemento a las
políticas educativas y culturales que desde el inicio de la Dictadura se
implementaron en toda la geografía andaluza y “española” basadas en la
conversión de Mitos y Leyendas en “fuentes históricas”. De esta forma se
formó a los jóvenes andaluces en los Mitos de la invasión de los
árabes, la Reconquista, la expulsión de los moriscos y la la repoblación
de Andalucía con Castellanos y Gallegos. El resultado de estas
políticas educativas y asimiladoras fue el esperado, la pérdida de la
identidad colectiva andaluza y su sustitución por una “identidad
española” anti-andaluza, formada por prejuicios contra la propia
historia andaluza y contra aquellos andaluces que se resistieron a la
conquista, los mismos que ahora eran considerados extranjeros por sus
propios descendientes.
El Mito concluyente de las políticas
asimilistas es el de la “repoblación” de Andalucía con castellanos y
gallegos, ya que el éxito de esta “leyenda” desarmaba cualquier
reivindicación en base a cuestiones identitarias, culturales,
idiomáticas o históricas. La aculturación programada pudo favorecer la
propagación del Mito, ya que hubiera sido imposible en una sociedad
formada e informada. La creación del prejuicio hacia el “moro” hacia el
diferente, hacia el “otro” permitió la penetración de unas ideas tan
burdas y tan carentes de veracidad como las de la “repoblación”.
Una prueba de la vulgaridad de y falsedad
de los argumentos esgrimidos por los propagadores de Mitos es la de la
repoblación de las Alpujarras con Gallegos.
No voy a escribir contra un pueblo tan
querido y admirado como el gallego y que como el andaluz ha sufrido la
represión y la manipulación por parte del Estado español, pero no me
queda más remedio que calificar de burda la idea de la repoblación
gallega de la Alpujarra.
La idea base para esta ridícula afirmación
está en la coincidencia toponímica de algunos pueblos alpujarreños y
gallegos, tales como Pampaneira, Capileira...que por su terminación
podría parecer de procedencia gtallega.
La interpretación colonial de la historia
hace el resto del trabajo: si hay una relación toponímica es debido a
una “repoblación” de gallegos en la Alpujarra. Para tal manipulación se
ha tenido que obviar la historia de estas poblaciones, rechazar los
estudios antropológicos relativos a costumbres, gastronomía,
construcción, métodos agrícolas, lengua...datos que desmienten
categóricamente el asentamiento de poblaciones gallegas en la Alpujarra.
Pero hasta el principal argumentario para
sostener esa “repoblación” se desmonta fácilmente al poner sobre la mesa
la historia de las poblaciones alpujarreñas, cuyos orígenes se remontan
a la época prerrománica, siendo de procedencia bereber como lo
demuestran diferentes estudios multidisciplinares. Y si la toponímia
demuestra una relación entre poblaciones alpujarreñas y gallegas ¿a qué
se debe?. Pues simplemente a emigraciones de poblaciones de origen
bereber desde el Sur peninsular hacia el Norte en épocas remotas.
La deconstrucción de la historia
despojándola de la interpretación colonial y de los Mitos y Leyendas que
los intereses ideológicos han hecho pasar por fuentes históricas, nos
dará el conocimiento de una historia ajustada a la realidad de nuestro
pueblo.
Al mismo tiempo que vamos construyendo la
historia que nos han robado, que han intentado ocultarla bajo miles de
mitos, leyendas, mentiras, manipulaciones, falsedades...tenemos que
seguir denunciando la celebración de actos racistas y xenófobos
promovidos por los herederos políticos de los genocidas que en el S.XV
asesinaron, deportaron, violaron, esclavizados y aculturizaron a
aquellos que por negarse a renunciar a su soberanía y a su cultura, se
opusieron a la conquista y a la imposición unicultural que trajeron los
conquistadores e impusieron a sangre y fuego.
Las protestas contra las “Tomas” y
“Pendones” es el rechazo a la sumisión a los poderes del Estado, así
como el rechazo a la interpretación colonial de la historia andaluza.
Por todo esto, seguiremos investigando y
difundiendo la historia y la cultura andaluza todos los días del año,
sin olvidarnos de nuestra cita en Graná el 2 de Enero para gritarles a
los herederos del genocidio “Los genocidios no se celebran”, “no eran
moros, eran granainos”, “No a la Toma. Sí a Mariana” y exigir “volver a
ser lo que fuimos” mientras resuena el grito de “INDEPENDENCIA,
INDEPENDENCIA, INDEPENDENCIA”.